13 de julio de 2003

 

 DOMINGO DE LOS PADRES DEL 4° CONCILIO

 

“Oh Dios Misericordioso, hoy, festejando el recuerdo de los divinos Padres, te pedimos que, por sus ruegos, salves a tu pueblo del perjuicio de los heréticos. Y haznos, a todos, dignos de glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.” 

 

(Exapostolarion)

TROPARIOS

Tropario de Resurrección (Tono 3)

Que se alegren los celestiales, y que se regocijen los terrenales; Porque el Señor desplegó la fuerza de su brazo, pisoteando la muerte con su muerte. y Siendo el primogénito de entre los muertos, nos salvó de las entrañas del Hades y concedió al mundo la gran misericordia.

Tropario de la fiesta (Tono 8)

¡Glorificado eres Tú oh Cristo Dios nuestro, que cimentaste a los santos padres en la tierra como astros, por los cuales nos dirigiste a la verdadera fe! ¡Misericordioso, gloria a ti!

Kondakion (Tono 4)

      Oh Protectora de los cristianos indesairable; Mediadora, ante el Creador, irrechazable: no desprecies las súplicas de nosotros los pecadores, sino acude a auxiliarnos como bondadosa que eres ya que te invocamos con fe.  Sé presta en intervenir y apresúrate con la súplica, oh Theotokos, que siempre proteges a los que te honran.

CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A TITO

(3, 8-15)

Tito, hijo mío: Es cierta esta afirmación, y quiero que en esto te mantengas firme, para que los  que  creen  en Dios traten de sobresalir  en  la  práctica  de  las  buenas obras. Esto es bueno y provechoso para los hombres.

Evita discusiones necias, genealogías, contiendas y disputas sobre la Ley, porque son inútiles y vanas. Al sectario, después de una y otra amonestación, rehúyele; ya sabes que ése está pervertido y peca, condenado por su propia sentencia.

Cuando te envíe a Artemas o a Tíquico, date prisa  en venir donde mí a Nicópolis, porque he pensado pasar allí el invierno. Cuida de proveer de todo  lo necesario para el viaje a Zenas, el perito en la Ley, y a Apolo, de modo que nada les falte. Que aprendan  también  los nuestros a sobresalir en la práctica de  las buenas obras, atendiendo a las necesidades urgentes, para que no sean unos inútiles.

Te saludan todos los que están conmigo. Saluda  a los que  nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros.

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

(5, 14-19)

Dijo el Señor a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

“No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pasa una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los cielos.

LA LUZ DEL MUNDO

“Vosotros Sois la luz del mundo” (Mt. 5:14) dice el señor Jesucristo a sus discípulos y no sólo dijo esto a sus apóstoles, sino a toda la multitud que le escuchaba cuando Cristo pronunció el maravilloso sermón del monte. somos la luz del mundo, gran privilegio y responsabilidad tenemos. Todos los cristianos tenemos que dar al mundo ejemplo de virtud, lealtad, justicia, equidad y, sobre todo, de amor, y otra cosa también muy importante, tenemos los cristianos la obligación de dar a conocer al mundo la doctrina de Cristo y llevarles la luz de Cristo, pues “no se enciende la luz para esconderla poniéndola debajo de un almud...sino para que alumbre a todos los de la casa” (Mt 5:15).

Los ojos del mundo están puestos en los cristianos, por lo que debemos vivir como dice el adagio popular “en casa de cristal”, es decir, no podemos vivir ocultos de los hombres, nuestra luz debe brillar ante los hombres, estamos en el mundo “pero no somos del mundo” (Jn. 17:16 a). Notemos que Cristo dice y quiere “que los hombres vean nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios que esta en los cielos” (Mt. 5:16).

Pero todo lo que hagamos debe ser para la gloria de Dios, no por ostentación y vanagloria, como lo hacían los fariseos y lo hacen actualmente los llamados filántropos, que quieren que sus acciones salgan a ocho columnas en los diarios, las buenas obras del cristiano deben ser por amor a Dios y al prójimo. Pero no se mal interprete lo que dice Cristo “más tú cuando des limosna, haz que tú mano izquierda no perciba lo que hace tu derecha” (Mt 6:3). Lo que Cristo condena aquí, es que se haga alarde de una falsa piedad o una falsa virtud, pero no debemos abstenernos de dar buen ejemplo a los que nos rodean.

 La vida del cristiano debe ser de rectitud y dependencia de Dios para que el mundo crea. Cuando Alejandro de Macedonia, conocido en la historia como Alejandro Magno, se enteró que uno de sus soldados había desertado, mandó buscarlo y pidió que se lo presentaran, cuando el soldado estuvo frente a él, Alejandro le preguntó -¿cómo te llamas?. El soldado contestó tímidamente: Alejandro, señor. Alejandro el Magno le contestó enfurecido: quítate ese nombre eres indigno de llevarlo, un cobarde como tú no debe llamarse Alejandro.

Los que creemos en Cristo debemos llevar muy en alto el nombre de cristianos y no ser indignos de este nombre por cobardía y deslealtad, por eso Cristo nos exhorta a vivir unidos a él cuando nos dice “vosotros sois la luz del mundo” (Mt. 5:14).

LOS CONCILIOS ECUMÉNICOS

La iglesia se expuso a unas tentaciones interiores que se manifestó por las desviaciones de la fe, las que se llaman herejías.

En los libros del Nuevo Testamento, encontramos frecuentemente advertencias de los apóstoles a los fieles para que eviten esta extraña enseñanza. “muchos seductores han salido al mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el seductor y el Anticristo...” (3Jn: 7).

Por este motivo siempre la Iglesia ha realizado concilios, locales o ecuménicos, a los cuales asistieron los santos padres de todo el mundo cristiano para determinar y formular la recta fe recibida de los apóstoles. Los concilios, entonces,  no han aumentado nuevos dogmas o verdades, pues la plenitud de la verdad ya está en Cristo, sino expresaron la fe en unas fórmulas dogmáticas guardándola de cualquier interpretación ajena.

Los dogmas formulados por la Iglesia en los concilios ecuménicos no son opiniones individuales de los padres que estaban presentes en dichos concilios, sino la experiencia de los santos, que obtienen por vivir una vida de oración y de liturgia, experiencia que brota del Cáliz de la comunión. 

A lo largo de primer milenio después de Cristo, se hicieron siete concilios cuyos resultados fueron adoptados, anunciados y enseñados por la Iglesia entera en el oriente y el occidente. 

EL TRISAGIO

La palabra “Trisagio” viene del griego “Trij Agioj” que significa “tres veces Santo”. Es el himno con el cual, según la visión del Profeta Isaías, los ángeles cantan constantemente alabando a Dios “Santo Santo Santo” (Isaías 6,3).

San Juan Crisóstomo nota que, mientras en la Divina Liturgia cantamos este Himno Trisagio “formamos, con los ángeles un solo coro, participamos con los arcángeles, y alabamos junto con los serafines... piensa que con quién estás formando un solo coro, y eso será suficiente para conducirte hacia la abstinencia, ya que recordarás que, mientras te revistes con cuerpo, con carne, te haces digno de alabar, junto con los poderes celestiales, al Único Señor de todos.”

Aviso:

Tres días de convivencia para nuestros queridos adolescentes (12-16 años) se realizarán entre 31 de julio y 3 de agosto en el Seminario de San Antonio (Jilotepéc). El objeto es que nuestros hijos se conozcan entre si y a su Iglesia, y que se diviertan juntos  en un ambiente agradable y sano.

Para inscribirse o informarse, favor de comunicar al arzobispado con el Padre Ignacia Samaán:                     56-52-77-72   o    55-68-22-92.