1 de enero de 2003

 

 

LA CIRCUNCISIÓN DEl SEÑOR Y

 EL RECUERDO DE SAN BASILIO EL GRANDE

 

 

 "Circuncidaste, oh Padre Basilio, por la sabiduría  la cubierta de tu alma; y por los milagros te manifestaste como sol que ilumina la mente de los fieles, oh sabio adorador de  la Trinidad, catequizado con el misterio de la Madre de Dios."

 (exapostolarion)

TROPARIOS

Tropario de la Circuncisión (Tono 1)

         Oh Compasivo Señor, Dios en esencia, tú has asumido la naturaleza humana sin mutación; y, dando plenitud a la Ley, humildemente has aceptado la circuncisión en el cuerpo, para con tu poder anular las sombras y recorrer el velo de nuestras pasiones.  Gloria a tu divinidad.  Gloria a tu compasión. Gloria a tu inefable condescendencia, ¡oh Verbo!

Tropario de San Basilio (Tono 1)

En toda la tierra donde fueron aceptadas tus palabras, sonaron como melodía, oh Padre justo.  Con ellas legislaste y aclaraste la naturaleza de las criaturas, como es digno de Dios.  Tú, que enseñaste la moral a los hombres, oh venerable Padre Basilio, portador del sacerdocio real, intercede a Cristo Dios, para que salve nuestras almas.

Kondakion (Tono 4)

El Señor de todo, sufre la humillación circuncidando los pecados de los hombres; y como bondadoso que es, otorga hoy la salvación al mundo.  Se alegra en las alturas el Jerarca del Creador, el revestido de luz, el que alegra a Cristo, el Santo Basilio.

CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS COLOSENSES

(2:8-12)

Hermanos: Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones  humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo.

Porque en El reside toda  la Plenitud de la Divinidad corporalmente, y vosotros alcanzáis la plenitud en El, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad; en El también fuisteis circuncidados con la circuncisión no quirúrgica, sino mediante el despojo de vuestro cuerpo  mortal, por la circuncisión en Cristo. Sepultados con El en el bautismo, con El también habéis  resucitado por la fe en la acción de Dios, que  resucitó de entre los muertos.

EVANGELIO SEGÚN SAN LUCA

(2:21, 40-52)

Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.

El niño crecía y se fortalecía llenándose de sabiduría, y la gracia de Dios estaba sobre él.

Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.  Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres.  Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos, pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.

Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.  Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo. “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto?  Mira, tu padre y yo, angustiados, te andamos buscando.”  Él les dijo: “Y, ¿por qué me buscabais?  ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?”  Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.

Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos.  Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.  Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

PRÓSPERO AÑO NUEVO

Cada año, en estas fechas, nos encontramos para felicitarnos unos a otros diciendo: “próspero año nuevo”, y muchas veces pasa el año sin sentir que era nuevo, pues se parece a los anteriores: tuvimos momentos tanto de alegría como de tristeza;  de hambre,  y comimos; había algunos ricos y otros pobres; unos murieron y otros nacieron. Y concluimos que “nada nuevo hay bajo el sol.” (Eclesiastés1:9)

Entre tanto leemos que San Pablo nos dice: “todas las cosas son hechas nuevas” (2Cor.5:17). El Señor mismo nos dice en el Libro del Apocalipsis: “he aquí, yo hago nuevas todas las cosas” (Apo.21:5) ¿en que consistirá la novedad descrita?

Un día preguntaron a un monje que cómo se protegía a si mismo del fracaso. Contestó él que cada día al levantarse, se decía a si mismo: “este es mi primer día de monje.”

Pues, la novedad no viene de afuera, ya que “nada nuevo hay bajo el sol” sino de como miramos a las cosas. En Cristo “todo es nuevo” porque los sentidos y las preguntas cambian:

sobre la felicidad: ¿cómo descanso? Se cambia por ¿para quien me canso?

sobre el dinero: ¿cómo lo aumento en la bolsa? a ¿en qué lo estoy gastando?

en la ciencia: ¿cómo lo hago? por ¿en qué beneficia hacerlo?

Frente a la muerte: ¿cómo alejo a este desconocido? a ¿qué he preparado frente a este vencido?

Preguntarse de tal manera no es sino el arrepentimiento, “el bautizo de las lágrimas” que me devuelve, como lo hacía con el mencionado monje, a mi primer día de ser cristiano, a mi bautizo donde, revestido de Cristo, me volví “la nueva criatura.”

Feliz año nuevo.

SAN BASILIO EL GRANDE

(1 de enero)

San Basilio, El Grande, arzobispo de Cesarea en Capadocia. fue bautizado y fue asignado al clero como lector. durante mucho tiempo fue a vivir con los ermitaños en Siria. La vida en el desierto le agradaba a Basilio. Con él estaba su amigo de la infancia San Gregorio (El Teólogo).

 El arzobispo de Cesarea Eusebio lo ordenó como presbítero.

Tras la muerte de Eusebio, San Basilio fue ascendido a la cátedra de Cesarea. como arzobispo tuvo una tensa y dura lucha con los arrianos y decía san Basilio al emperador: "No tengo miedo al destierro porque toda la tierra es del Señor, es imposible quitar los bienes al quien no tiene nada, la muerte es para mi un bien porque me unirá con el Cristo para quien yo vivo y trabajo.”

Él fue fundador de alguno famosos conventos para los monjes y también creó las reglas de vida y de comportamiento de los monjes.

San Basilio se preocupaba por la uniformidad y el orden de los santos oficios, por eso explicó el orden de la Liturgia apostólica, la que se conoce como la Liturgia de San Basilio. Esta Liturgia se realiza todos lo domingos durante la Gran Cuaresma y en algunos otros días.

 También él compuso numerosas oraciones de uso en la iglesia. Las más conocidas son las que se leen de rodillas en el día de Pentecostés.

Para la Iglesia tienen mucha importancia los escritos de San Basilio, especialmente "El Hexamerón" (sobre los 6 días de la creación del Mundo) en los cuales él se manifiesta no solo como un gran teólogo sino también como el científico en el dominio de las ciencias naturales. También llegaron a nosotros: 13 homilías sobre los salmos, 25 homilías para distintas ocasiones, 5 libros contra los arrianos y "Los Ascéticos" sobre la Divinidad del Espíritu Santo.

La dura labor y dolores del alma agotaron sus fuerzas y él terminó su vida a los 50 años. El 1 de enero del año 379. Sus intercesiones sean con nosotros. Amén.