29 de diciembre de 2002

 

DOMINGO POSTERIOR A LA NAVIDAD DEl SEÑOR

 

 “El Salvador ha mirado por nosotros desde  las alturas del Oriente de los orientes; nosotros, que estábamos en la oscuridad, en la sombra, hemos hallado la verdad, porque el Señor nació de la Virgen.”

 (exapostolarion)

TROPARIOS

Tropario de la Resurrección (tono2)

Cuando descendiste a la muerte, oh Vida Inmortal, mataste al Hades con el rayo de tu divinidad, y cuando levantaste a los muertos del fondo del infierno, todos los poderes Celestiales clamaron: Oh dador de la vida, Cristo nuestro Dios, gloria a ti.

Tropario de la Natividad (Tono 4)

“Tu Nacimiento, oh Cristo nuestro Dios, iluminó al mundo con la luz de la sabiduría, porque los que adoraban a los astros aprendieron por la estrella a adorarte, oh Sol de Justicia, conociendo que has venido de Oriente de lo alto.  ¡Señor, gloria a ti!”

Kondakion (Tono 3)

Hoy la Virgen da a luz al supersubstancial verbo; y la tierra acércale al inasequible la gruta; los ángeles con los pastores lo glorifican; los magos con la luz del astro se encaminan. Pues, por nosotros ha nacido el nuevo niño, el eterno Dios.

CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS GÁLATAS

(1:11-19)

Porque os hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí, no es de orden humano, pues yo no  lo recibí ni aprendí de hombre alguno, sino por  revelación de Jesucristo. Pues ya estáis enterados de mi conducta anterior en el Judaísmo, cuán encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios y la devastaba, y cómo sobrepasaba en el Judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, superándoles en el celo por las tradiciones de mis  padres.

Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi  madre  y me llamó por su gracia, tuvo a bien  revelar en mí a su Hijo, para que le anunciase entre  los  gentiles, al punto, sin pedir consejo ni a la carne ni a la sangre, sin subir  a Jerusalén donde los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, de donde nuevamente volví a Damasco. Luego, de allí a tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. Y no vi a ningún otro apóstol, y sí a Santiago, el hermano del Señor.

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

(2:13-23)

En aquel tiempo: Después que los magos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga.  Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.”  Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. 

Entonces Herodes, al ver que había sido burlado, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado para los magos.  Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:

Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.

Muerto Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: “Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.”  ÉL se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel.  Pero al enterarse de que Arquéalo reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: Será llamado Nazoreo.

¿POE QUÉ LA MUESRTE DE LOS INOCENTES

La respuesta sería: “Es parte de la Historia de la Salvación” Podríamos pensar también: ¿Por qué Dios permitió esto?  Estas preguntas agobian a muchos de nosotros, sin darnos cuenta, que en el trasfondo, podemos encontrar la mano de Nuestro Creador tejiendo otros portentos y maravillas; El así lo permitió, para doblegar el corazón del hombre, y descubrir que en nuestra pobre naturaleza, débil y enferma, el alma puede guardar el mensaje de Salvación (2ª Cor. 4, 16-18).

Así como muchos judíos salieron de Egipto hacia la Tierra prometida (Ex. 12,37) y muchos de ellos fueron pereciendo en el camino, dando cumplimiento a la Voluntad de Dios, pero sujetos a las enfermedades, el hambre y la muerte, así mismo, estos niños muertos por Herodes, son el cimiento de los portentos que Jesús, el Mesías prometido, comenzaría a obrar en el pueblo de Israel , ya de por sí humillado y despreciado.

Así como el faraón por miedo a las profecías arrojó a los niños hebreos al Nilo(Ex. 1, 22) Herodes por miedo (no temor) a Dios y a las profecías, trata de aniquilar el poder Divino, por medio del poder humano.(Rm. 11:1-10)

La misión de estas criaturas asesinadas sin misericordia es similar a la de todos aquellos que habiendo renacido del agua y del Espíritu fueron muertos en la persecución (Hch. 8, 1-3) Estos infantes. Son transformados por Dios en testigos de la Promesa (Lc. 24,48) y confesores del Mesías, enviado a la humanidad, para su redención (Ap. 1,2) “Son aquellos que representan místicamente al coro celestial y adoran a la Trinidad.” Los niños, inocentes en toda condición, se mantienen puros e inmutables, dando a entender la verdadera condición del cristiano (Lc.18,16-17) pues ellos, aunque sujetos a las contingencias de los tiempos y al “mundo”, por Cristo, renacen de la esperanza (Rm. 5,20;Jn 3,1-15).

 Mantengámonos firmes en Cristo Jesús, pues su Voluntad ha sido dictada (1ª Cor. 1,22-25) y se ha cumplido en estos seres sin culpa; Cristo ha nacido para nosotros y es indudable su misión en el mundo (Lc 10,22) Demos gracias a Dios por estos portentos en la Tierra (Sal. 94) pues, el dolor y el sufrimiento han terminado (2ª Cor, 1, 16-18). De estos fieles inocentes anuncia que Jesús es el Emmanuel (Sal. 8,2) y que el poder del infierno es derrocado (Sal. 125,3-5). Por medio de San Pablo recibimos la respuesta  a tan angustiantes y dolorosas preguntas. “Porque así como los sufrimientos de Cristo se desbordan sobre nosotros y nosotros sufrimos con él, así, también por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo. Pues si nosotros sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y puedan soportar con fortaleza los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Tenemos una esperanza firme en cuanto a ustedes , porque nos consta que, así como tienen parte en los sufrimientos, también tienen parte en el consuelo.” (2ª Cor. 1,5-7).

LA PROFECÍA DE JOEL

La Navidad es, por excelencia, la celebración del cumplimiento de las profecías. Es el evento desde el cual la Iglesia lee al antiguo testamento como un guía que indica hacia el nuevo.

Hoy, domingo posterior a la Navidad, la Iglesia recuerda la profecía del profeta Joel, sobre la venida del Señor: “realizaré prodigios en el cielo y en la tierra; sangre, fuego, columnas de humo.” (Jo.3:3). Así pues, cantamos en las maitines lo que explica el simbolismo de este profecía-enigma: “Sangre, fuego, y columnas de humo son prodigios de la tierra que Joel previó: la sangre es la encarnación; el fuego, la divinidad; y las columnas del humo, el Espíritu Santo que ha venido sobre la Virgen y perfumado al mundo. ¡Gran misterio es el de tu encarnación, oh Señor, gloria a ti!”

El Verbo tomó completamente la esencia humana de la sangre de la Virgen sin dejar de ser Dios y sin que el fuego de su divinidad queme a la Virgen ya que la Gracia del Espíritu Santo vino sobre ella. 

SOBRE EL AMOR AL PRÓJIMO

Cuando uno ora con dolor ante Dios por su prójimo, el Buen Dios manda su Gracia abundantemente.

Si te amas a ti mismo por encima de los demás, infórmate que todavía no vives el pensamiento de Cristo.

Suaviza tu duro corazón ante las almas heridas según puedas, para que sea sensible y humilde, así, pidiendo la misericordia de Dios, alcanzarás.

Dios auxilia cuando, haciendo tuyos los problemas del prójimo, pides su misericordia. En aquel momento, el justo Dios, al ver un cierto amor sincero, auxilia.

(sentencias de un padre contemporáneo)